El
labio leporino (junto con el frenillo labial superior hipertrófico,
la fisura del labio inferior, la parálisis facial, la macrostomía,
las heridas labiales y la neuralgia del trigémino) se englobaría
dentro de las disglosias labiales.
A
diferencia de la dislalia, la disglosia es un trastorno de la
articulación provocado por lesiones físicas o malformaciones de los
órganos articulatorios y se pueden clasificar de la siguiente
manera:
- Disglosias labiales.
- Disglosias mandibulares.
- Disglosias dentales.
- Disglosias linguales.
- Disglosias palatales.
En
las disglosias labiales, la dificultad articulatoria se
produce por una alteración en la forma, movilidad, fuerza o
consistencia de los labios.
En el caso de labios
leporinos, la primera intervención que se realiza es
quirúrgica.
La posterior intervención
logopédica irá encaminada a facilitar la actividad del labio
superior (señalándose como edad ideal los 6 meses de edad), realizando las siguientes actividades:
- Masajes.
- Movilización pasiva.
- Soplo.
- Movimientos labiales.
- Succión.
- Actividades específicas para la correcta articulación de los sonidos de los fonemas /p/, /b/, /m/ afectados por esta anomalía (se usarían los mismos ejercicios utilizados en las dislalias).
(Gallardo
Ruiz, 1993)
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